En esta cálida noche mis sentimientos
despiertan mis más recónditos tormentos.
Vapulean mi alma todo tipo de lamentos
que entorpecen mi paz y mis pensamientos.
Busco en tus palabras un haz de esperanza
que siembre en mí, calma y templanza.
Mas en vano sé, con toda certeza,
que mi luz no alcanzará tu halo de nobleza.
Y así, de esta manera, mi condena será:
Vagar con tristeza
como alma que anhela tu grácil Espera.